El Domingo día 09 se realizó la salida invernal anual "de las Gachas", en la que pudimos contar con la compañía de amigos de otros pueblos cercanos, Villarrobledo, Quintanar de la Orden, El Provencio, La Alberca hasta completar un total de unos 37 participantes.
La ruta tuvo su inicio como ya es tradicional en la conocida como casa de "Los Peones Camineros" situada en la carretera de la Alberca. Hasta este lugar de salida algunos fueron en coches y furgones y otros decidieron ir el bicicleta para in calentado.
A partir de este punto se dio comienzo a la ruta transitando por los parajes y caminos de la Veguilla durante la primera decena de kilómetros. Después nos adentramos en la conocida como "Huesa del Judio" y finca de Chicuelo en el término de Carrascosa de Haro. Por estos parajes pudimos disfrutar de subidas exigentes y bajadas por sendas muchas de ellas casi vírgenes. Tras realizar una veintena de kilómetros por estos parejas tomamos el camino de regreso para volver a pasar por los caminos de "La Veguilla" hasta el punto de salida, desde el cuál algunos volvieron a regresar a Pedroñeras dando pedales y añadiendo otros 10 km a los 40 que se realizaron todo el grupo junto. Destacar el gran ambiente vivido durante la ruta, con un ritmo tranquilo que pudo ser seguido por todos los participantes entre risas y bromas que tenían una tónica común: vividlas encima de nuestras bicicletas de MTB donde tanto momentos de disfrute pasamos.
Después de una reparadora ducha las fuerzas se igualaron cuando nos sentamos en la mesas del Rte. Castilla y tuvimos las gachas delante de nosotros. Allí muchos de los socios y amigos pudimos comer juntos, gente que hizo la ruta como gente que no la realizó, y degustar unas magnificas gachas con panceta y picantes, regadas con buen vino del pueblo y con un cava de elaboración local que a algunos nos sorprendió por lo bueno que estaba, después de lo cual tuvimos una larga sobremesa, disfrutando todos de la buena compañía y el buen ambiente que allí se respiraba. Sin duda, se puede decir que se ha convertido en la ruta final de año donde lo más importante es la comida de hermandad que realizamos con la que en cierto modo damos la bienvenida a la Navidad y nos llenamos de buenos deseos para afrontar nuevas rutas y aventuras encima de las dos ruedas.